Las nuevas líneas de productos a base de bacterias deben contribuir a aumentar la facturación de Bionat.
Con la contribución de los resultados de la nueva planta, la facturación de Bionat debe pasar de R$ 45 millones el año pasado a R$ 75 millones en 2023.
Bionat, empresa de biológicos controlada por el holding Essere Group, está poniendo en funcionamiento su segunda biofábrica y ya planea una mayor expansión en el segmento, uno de los de mayor crecimiento en el país en los últimos años. La planta, en el complejo industrial de Olímpia (SP), contó con una inversión de R$ 30 millones y producirá biológicos a base de bacterias. La primera fábrica de Bionat, en el mismo complejo, produce biofungicidas.
Según Luiz Fernando Schmitt, director de Nuevos Negocios e I+D de Essere Group, las nuevas líneas de productos a base de bacterias deben ayudar a aumentar la facturación de Bionat este año y contribuir también a los resultados globales del holding.
La unidad se dedicará a tres productos. El primero es un inoculante que estimula el desarrollo del sistema radicular de la planta y facilita la absorción de nutrientes como el fósforo. Está destinado a los cultivos de soja, maíz, algodón y caña de azúcar. El segundo es un bionematicida para combatir los nematodos en cultivos de soja, maíz, algodón y caña de azúcar, y el tercero es un biopesticida para controlar las orugas en cultivos de soja, maíz, algodón, arroz, trigo y frijoles.
Según Schmitt, la planta tiene capacidad para producir 80.000 kilolitros de productos al mes, es decir, entre 880.000 y 900.000 kilolitros al año. Y está preparada para duplicarse en dos años a medida que crezca la demanda. La inversión adicional prevista para la duplicación ronda los 5 millones de reales.
Además, la ampliación de la planta de biofungicidas, en funcionamiento desde 2019, también está prevista para el próximo año. «Hemos finalizado esta [planta de bacterias] y luego vamos a ampliar la planta de hongos. Vamos a duplicar su capacidad. Estimamos una inversión de entre R$ 8 y R$ 10 millones», comentó. La unidad produce biofungicidas para el control de enfermedades del suelo en cultivos de soja, maíz y algodón.
Proyecciones
Gracias a los resultados de la nueva planta, la facturación de Bionat debe pasar de los R$ 45 millones registrados el año pasado a R$ 75 millones en 2023, según el director. «A medio plazo, en 2028, se espera que Bionat facture alrededor de R$ 500 millones. Esto representará el 30% del negocio del grupo», estimó Schmitt.
La ambiciosa proyección se basa en el crecimiento del propio mercado de biológicos en el país, que actualmente factura R$ 3.400 millones. «La tasa de crecimiento de este mercado es muy alta. No hace mucho, en 2018, 2019, el mercado era de menos de R$ 1 mil millones. Hoy es de R$ 3,4 mil millones de reales. Si incluimos el on-farm [multiplicación de bacterias en la propiedad], serán R$ 4.100 millones, y la estimación es que llegue a R$ 17.000 millones en 2030», afirmó.
Según Schmitt, el incremento se debe a un aumento del nivel de adopción, más que a un aumento de la superficie plantada.
Los biológicos han sido adoptados como una estrategia complementaria en el manejo de plagas y enfermedades. «Se trata de un mercado complementario. Combino una molécula de un producto biológico con una molécula química y mejoro la eficacia de control de la plaga y la enfermedad», observa.
Además de la operación de biológicos, Essere Group cuenta con otras tres unidades de negocio: Kimberlit (nutrición especializada), Loyder (fertilizantes NPK) y Floema (logística). La proyección del grupo es alcanzar ingresos de R$ 600 millones este año – R$ 445 millones en 2022. Según Schmitt, parte de este aumento de los ingresos deberá provenir de Bionat y parte de Kimberlit.
Artículo | GLOBO RURAL
